Aunque la entidad bancaria con la que se firmó la hipoteca haya sido absorbida por otra entidad (o varias absorciones en algunos casos) o bien si se ha tratado de una fusión, el procedimiento que podemos llevar a cabo es similar y podremos reclamar a la entidad resultante que, al fin y al cabo, es la que nos sigue cobrando el recibo hipotecario, en la mayoría de los casos con suelo vigente.